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En ABaula atendemos niños, adolescentes y jóvenes (0 a 18 años) que pueden presentar dificultades emocionales, conductuales, relacionales y de autonomía.

Nos centramos en la intervención de:

El Trastorno del Espectro Autista (TEA)(TEA) es un desorden del neurodesarrollo que comienza en etapas muy tempranas del desarrollo cerebral; los signos más obvios comienzan a observarse entre los 2 y los 3 años de edad. El TEA se manifiesta de diferente manera en cada persona. Las habilidades, características y dificultades son diversas y diferentes en cada persona, pero las dificultades principales de las personas con TEA se organizan en dos áreas, según el DSM-5 (Manual de Diagnóstico americano):

  • Dificultades en la comunicación social y en la interacción social en diferentes contextos; por ejemplo, dificultades en la reciprocidad socio-emocional, o dificultades en las conductas comunicativas no verbales, entre otros.
  • Patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades. Por ejemplo, movimientos o utilización de objetos de forma repetida, inflexibilidad en las rutinas, intereses restringidos e hiperreactividad o impasibilidad ante los estímulos sensoriales.

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno del neurodesarrollo originado en la infancia. El * DAH se caracteriza por presentar tres síntomas típicos, aunque no es necesario que se observen los tres a la vez:

  • Inatención; es decir, dificultades para prestar atención a los detalles, o descuidos en las tareas escolares, en el trabajo o en otras actividades. También puede parecer que la persona no escucha cuando se le habla, o que no sigue instrucciones y no termina tareas escolares. También se observa dificultad para organizar tareas y actividades; por ejemplo, desorganización en los deberes o mala gestión del tiempo, y pérdida frecuente de objetos necesarios para la realización de actividades (lápices, libros, llaves, etc).
  • Hiperactividad: frecuentes movimientos con las manos y los pies. La persona con TDAH suele levantarse varias veces en situaciones de espera y corre en entornos poco apropiados, es decir, parece como si “tuviera siempre un motor”.
  • Impulsividad: a persona con TDAH a menudo responde inesperadamente antes de que se le pida, tiene dificultades para esperar su turno e interrumpe a otras personas en conversaciones o en juegos.

Los trastornos del neurodesarrollo son un grupo de desórdenes que tienen su origen en las primeras etapas de desarrollo de la persona, y producen dificultades en el área social, académica y ocupacional de la persona.

El DSM-5 clasifica los trastornos del neurodesarrollo en:

  • Trastornos del desarrollo intelectual: incluyen limitaciones del funcionamiento intelectual (resolución de problemas, razonamiento, planificación, pensamiento abstracto, aprendizaje académico, etc) y en el comportamiento adaptativo.
  • Trastorno del Espectro Autista
  • Trastornos por Déficit de Atención con Hiperactividad
  • Trastornos motores: incluyen dificultades en la postura, en el tono muscular, movimiento y adquisición de habilidades motrices. Se incluyen dentro de esta clasificación los trastornos del desarrollo de la coordinación, trastorno de movimientos estereotipados y trastornos de TICS.
  • Trastorno específico del aprendizaje
  • Trastornos de la comunicación: dificultades en el lenguaje, habla y comunicación que no pueden atribuirse a un déficit auditivo o sensorial, disfunción motora u otras afecciones.
  • Otros trastornos del desarrollo neurológico.

Los Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF) son un grupo de efectos que se pueden observar en personas la madre de las que bebió alcohol durante el embarazo. Estas dificultades pueden incluir problemas físicos, mentales, de conducta o problemas de aprendizaje.

Debido a que los TEAF abarcan una serie de trastornos, pueden observarse en las personas una amplia variedad y combinación de síntomas; por ejemplo, conducta hiperactiva, dificultades de atención y memoria, retrasos en el habla y el lenguaje, dificultades de aprendizaje, mala coordinación, respuestas inusuales a sensaciones táctiles y de movimiento, impulsividad, baja tolerancia a la frustración, entre otros.

La Integración Sensorial es el proceso neurológico responsable de organizar las sensaciones que recibimos de nuestro cuerpo y del ambiente, y que nos permite responder de manera apropiada a las demandas que se nos presentan en las tareas diarias.

Para algunas personas, la IS no se desarrolla de manera adecuada, lo que provoca que perciban las sensaciones de manera confusa, impactando en el nivel de alerta, en la atención y en la autorregulación. Estas dificultades pueden ocasionar un gran impacto en el aprendizaje, en la conducta y en la vida diaria, provocando, por ejemplo, dificultades en la alimentación, extrema irritabilidad, dificultad de atención, dificultad para coger correctamente el lápiz y otros objetos pequeños, etc.

Este trastorno tiene una alta relación con otros, como el TDAH, el TEA y los trastornos de ansiedad, pero generalmente pasa desapercibido.

Los Trastornos del Aprendizaje son desórdenes del neurodesarrollo que interfieren en la adquisición de habilidades académicas y sociales, y que también se pueden observar conjuntamente con problemas de conducta y emocionales. Estas dificultades son específicas y persistentes para la adquisición de un aprendizaje en una persona con inteligencia y situación sociocultural normal.

Es importante detectar precozmente estos trastornos para evitar la desmotivación por el aprendizaje, una baja autoestima y el fracaso escolar.

El DSM-5 describe los principales Trastornos del Aprendizaje:

  • Trastorno específico del aprendizaje, on dificultades en la lectura y escritura (Dislexia): Se observan dificultades en la comprensión del significado de lo que la persona lee, así como dificultades ortográficas y de expresión escrita.
  • Trastorno específico del aprendizaje con dificultades en las matemáticas (Discalculia): La persona tiene dificultades para comprender y dominar el sentido numérico y el cálculo. También tiene dificultades con el razonamiento matemático, como por ejemplo la aplicación de operaciones matemáticas para resolver problemas.

Estos diagnósticos pueden ir acompañados de síntomas relacionados con ausencia o retraso de conductas propias del desarrollo típico, como alteraciones motrices, de la coordinación y el equilibrio, respuestas inusuales a sensaciones táctiles y de movimiento, hiperactividad o impulsividad, dificultades de atención, bajo interés o dificultades en la relación con los demás, falta de habilidades comunicativas, retraso en el lenguaje, dificultades para estructurar el discurso, dificultades en la lectoescritura o resolución de problemas, dificultades en el juego o baja tolerancia a la frustración .. .